7. Tratamiento de enfermedades y plagas

7.1Enfermedades

Las enfermedades en las plantas las pueden producir:

– Hongos (el 95% de los casos)

– Bacterias

– Virus

– Micoplasmas y viroides (poco estudiados)

Los hongos son vegetales que no tienen clorofila y por tanto son incapaces de elaborar azúcares. Tienen que parasitar a plantas vivas o materia orgánica muerta (por ejemplo, una hoja en el suelo). Se reproducen mediante esporas que disemina el viento, la lluvia, otros insectos, etc..

Las bacterias, al contrario que los hongos, atacan más a animales y al hombre que a las plantas. Los antibióticos, por razones económicas no pueden emplearse en la agricultura, por lo que sólo se pueden prevenir.

Los virus son parásitos obligados de muy pequeño tamaño. Hay bastantes virus vegetales, sobre todo en cultivos herbáceos.

Se transmiten mediante vectores (pulgones, nematodos e incluso hongos); algunos, muy pocos, por semilla y otros, poquísimos, mediante aperos, tijeras, etc. y en los que atacan a frutales, naranjos y otros árboles, la forma óptima de transmisión es por injerto. Destruye las plantas virosadas y trata sistémicamente a los vectores.

Tiposs:

1. Oidio o Cenizo en Frutales

El Oidio lo producen hongos como Uncinula spp., Erysiphe spp., Sphaerotheca spp., etc..

El Melocotonero es el más vulnerable. En Albaricoquero, Cerezo y Ciruelo es menos grave.

Su identificación es sencilla: se ve como un polvillo blanco o gris claro muy típico. Si la enfermedad progresa, las manchas se unen y las partes atacadas se secan y caen.

Es una borra algodonosa blanca o gris en hojas, brotes y frutos.

También los frutos se cubren de manchas blancas y redondeadas. Melocotones, Cerezas y Ciruelas así, dejan de ser comestibles.

Le favorece al Oidio primaveras muy húmedas (en torno al 70-80%) y temperaturas suaves. Desaparece en pleno verano, siempre que el termómetro pase de 35ºC, para resurgir en otoño.

Puede llegar a ser muy grave dependiendo de la zona. En fincas cercanas a un río la humedad es más alta y son más graves los ataques.

Control

Azufre y Dinocap son más preventivos. Mejor son tratamientos específicos antioidios sistémicos que penetran en la hoja (Fenarimol, Penconoazol, Nuarimol).

2. Roya del peral

Aparecen unos corpúsculos negros y algo prominentes sobre manchitas rojizas.

Ataca a hojas y, a veces, a frutos. Las hojas afectadas se secan y caen.

Exceso de humedad, temperatura suave y lluvias prolongadas son las condiciones ideales para la infección. Surge al inicio de la primavera y en otoños lluviosos.

Depende de la zona geográfica. Por ejemplo, en regiones calurosas no es grave porque son tardíos, en verano. Sólo en árboles muy pequeños hay que tener cuidado.

Control

Retira y quema restos de hojas y ramas infectadas el año anterior porque contienen esporas listas para repetir la infección.

No plantar peral en la proximidad de jardines con sabinas o enebros, desde donde llegan las esporas del hongo hasta el peral en primavera. Cuando no sea posible y tengan que convivir juntos, se tendrá que realizar un tratamiento a la caída de pétalos con Clortalonil, Folpet, Triforina o Ziram.

Las partes afectadas no se curan, pero con los tratamientos se protege la nueva brotación, flores y frutos.

3. Cribado o Perdigonada

Es frecuente en frutales de hueso: Cerezos, melocotoneros, nectarinas, ciruelos.

Ataca a hojas y también a pequeños frutos que caen.

El síntoma es manchas rojas o marrones en hojas que se desprenden y quedan agujeros redondos, como perdigonadas.

El Cribado se combate con pulverizaciones de Caldo bordelés aplicadas una antes de la floración, otra al cuajar los frutos y la tercera de 10 a 15 días después.

Su importancia depende del clima de la zona. En regiones donde es una enfermedad secundaria no se trata si afecta a hojas, pero en frutos habría que acudir a Dictiocarbamatos (Zineb, Maneb, Mancozeb), por ejemplo.

4. Lepra del melocotonero o Abolladura

Es un hongo presente en todas las plantaciones de melocotonero y nectarina.

Se identifica fácilmente porque los brotes salen con las hojas arrugadas y rojas en primavera, en forma de abultamientos o abolladuras.

Después de un mes y medio las hojas atacadas caen al suelo y el árbol se debilita y fructifica mal, pudiendo llegar a morir si no se combate la enfermedad.

Llega a ser muy grave en árboles pequeños.

En flores y frutos (deformaciones) pueden aparecer síntomas también.

Las esporas se mantienen en las yemas de una año para otro, infectando cuando se abren.

Control

Arranca las hojas afectadas.

Es una enfermedad clásica para prevenir. Se puede hacer:

– Un tratamiento polivalente en pleno invierno con Aceite de invierno solo o mezclado con un insecticida fosforado o con Aceite amarillo (Aceite de invierno + DNOC).

– Cuando se va a iniciar la brotación de las yemas de madera el 100% de agricultores da un tratamiento con dictiocarbamatos (TMTD, Ziram, Captan). Coincide con la eclosión del huevo de invierno del pulgón y es muy frecuente que aproveche para mezclar con un aficida.

– Para prevenir la infección (muy importante y típico), rocía con un fungicida de Cu entre mediados y finales de invierno, antes de la movida de las yemas, repitiendo la aplicación 15 días después. Durante la vegetación tendrás que recurrir a fungicidas que contengan Captan o Ziram.

5. Monilia o Momificado

Hongo muy abundante en almendro y cerezo. También afecta a otros frutales de hueso.

Necesita una herida para penetrar.

Daña flores, frutos pequeños y ramas, pero el síntomas más claro es la aparición de un micelio gris que provoca la desecación de la flor.

En fruto se aprecian anillos concéntricos que se va secando, arrugando y momificando. Los frutos quedan muy afectados. Posteriormente se van secando y momificando, sin caer del árbol.

En ramas puede aparecer un chancro (grieta o cráter).

En años favorables para el hongo, puede producir importantes daños.

Control

Estos hongos necesitan heridas para penetrar, por tanto, vigorizar la planta.

Elimina ramas atacadas y frutos momificados.

Se suelen realizar tratamientos polivalentes y preventivos.

Aceite de invierno en invierno.

Cobre antes que se abran las yemas para tapar heridas producidas por la poda y en el invierno (esto en zonas propensas).

El tratamiento más específico es con productos sistémicos para proteger la flor, en estado fenológico D,E. Materias activas: Carbendazima, Metil tiofanato, etc..

Si hubiera aparecido en floración algún síntomas de Monilia, la gente suele repetir un tratamiento en G (caída de pétalos) para intentar proteger el fruto pequeñito.

Los fungicidas que se pueden emplear cuando comienzan a observarse los primero síntomas son: Benomilo, Captafol, Captan, Folpet, Iprodiona, Triforina, Vinclozolina, Metiltiofanato, Ziram…

6. Fusicocum

Es un hongo que afecta a las yemas localizadamente.

Es abundante y grave, sobre todo en árboles jóvenes (muerte de ramas). Penetra por la herida que deja la hoja al caer.

No es fácil su control. Dictiocarbamatos (Zineb, Maned o Mancozeb) o Cobre a la caída de hoja y tratamiento de invierno con Aceite de invierno.

7. Mal del plomo

El Melocotonero y el Ciruelo son las más vulnerables.

La hoja queda color plateado-plomizo. La hoja se escrespa y marchita. La planta pierde vitalidad y, en casos graves, puede morir.

No se da tratamiento químico.

8. Roña o Moteado de manzanas y peras

Es la enfermedad más grave en frutales de pepita.

Los síntomas son parecidos en peral y manzano.

El hongo produce manchas circulares marrones que tiran a negro pulverulento y pueden unirse. También aparece en flor, y sobre todo, en frutos pequeños y se deforma en esa zona y se puede rajar.

Los daños más importantes son en fruto, donde forma costras negras, imposibilitanto comercializar los frutos atacados.

En nuestra zona ataca a nísperos.

El inóculo se conserva en el suelo o en chancros de la madera e infecta cuando la temperatura es de 18-23ºC y las hojas están mojadas de 12 a 18 horas.

Control

En invierno, antes del movimiento de yemas se usa Cobre, poco antes de entrar en vegetación y no en plena parada. En estado fenológico D y E, antes de la floración, son frecuentes las aplicaciones con productos de contacto Dictiocarbamatos o Captan.

Al apreciarse los primero síntomas de la enfermedad se pasa a productos penetrantes o bien con productos sistémicos clásicos tipo Benzimidazoles.

Durante el desarrollo vegetativo, si las condiciones ambientales son favorables al desarrollo del hongo, se deberá tratar con alguno de los siguientes productos:

– Penetrante: si se trata dentro de las 24 horas siguientes a una lluvia impiden la contaminación al imposibilitar la germinación de las esporas en la planta. Betertanol, Clortalonil o Ditianona.

– Sistémico: tiene acción curativa cuando se utilizan entre las 24 y 72 horas de producirse la lluvia: Benomilo, Carbendazima, Ciproconazol, Metil tiofanato y otros.

9. Moteado del níspero

Ataca a brotes, produciendo manchas, chancros que desecan al brote. El daño más importante es a fruto, donde aparecen manchas oscuras, adoptando un aspecto parecido al moteado de peras y manzanas.

Control

Al podar, suprimir frutos momificados y ramas afectadas, destruyéndolas por fuego.

En plan preventivo, pulverizar, al inicio de la floración, con un compuesto cúprico.

En plena floración (5% de pétalos caídos), realizar otro tratamiento con un producto sistémico o de acción penetrante tipo Benomilo, Carbendazima, Fenarimol, Metil tiofanato, Penconazol y algunos otros.

A partir de la floración y cuando la temperatura media supere 15ºC, siempre que llueva 10 litros/m2 o más, se deberá tratar.

Si el tratamiento se efectúa durante las 24 horas siguientes a la precipitación usar: azufre mojable (siempre que la temperatura diurna no llegue a 30ºC) o Captan, Folpet, Mancozeb, Maneb, Propineb, Zineb o Ziram.

Si la pulverización se realiza entre las 24 y 72 horas de la lluvia aplicar un producto sistémico o de acción penetrante de los recomendados en el tratamiento de floración.

10. Septoriosis del peral

Enfermedad muy común y vistosa, aunque no suele tener incidencia económica grave.

Manchas abundantes y pequeñas en hojas, grisáceas y redondeadas. En el centro tienen puntitos negros, que son los picnidios para multiplicarse. Las hojas atacadas caen prematuramente al suelo en otoño.

La enfermedad se observa sólo en las variedades de peral poco sensibles al «moteado» tales como Limonera, Conferencia, Decano del Comicio, etc. Se tratan con los fungicidas aconsejados para el Moteado; las demás variedades no es preciso tratar.

11. Fuego bacteriano o Chamuscado

Es una enfermedad producidad por la bacteria Erwinia amylovora.

Pueden padecerla frutales, peral, manzano, membrillero, además de otras Rosáceas como Espinos, Crataegus spp., Cotoneaster, Espino de fuego, Serbal y Sorbus spp..

En peral es muy espectacular el efecto del ataque, puesto que aparece como quemado por fuego, ennegrecido. En manzano y membrillero es igual, pero con menos incidencia.

El Fuego bacteriano ataca a las ramas jóvenes y a los brotes, los cuales aparecen como quemados y destacan durante el verano.

Después se forman chancros en las ramas, que produce una viscosidad bacteriana amarilla o blanca según el huesped. Los chancros en tronco y cuello de la raíz provocan la muerte de la planta completa.

Control

Buen cultivo para tener las plantas fuertes.

Que no se produzcan heridas. Por ahí entran las bacterias (poda, rotura de ramas, grietas por el frío, insectos, etc.). El Oxicloruro de cobre sirve para proteger las heridas de las infecciones.

Poda y destrucción de las partes enfermas.

Retira las plantas afectadas o poda hasta 60 centímetros más allá del área afectada.

Sumerge el serrucho en desinfectante antes de usarlo para otro árbol.

En Holanda y Estados Unidos se emplean bactericidas.

12. Bacteria Pseudomonas syringae

Bacteria muy polífaga, que ataca a frutales, hortalizas y ornamentales.

El síntoma es manchas y quemaduras sobre todos los órganos de la planta. Ejemplo: Grasa de la judía.

La madera enferma adquiere coloración oscura, observándose estrías de color marrón o anaranjado brillante que se extiende por encima y debajo de los chancros. En primavera se produce una exudación gomosa y el chancro se abre, produciéndose, al desarrollarse, el estrangulamiento de la rama o tronco.

Otras manifestaciones de la bacteria son los ataques a yemas que aparecen ennegrecidas como si se hubieran quemado. Las infecciones florales, graves en peral, cerezo y albaricoquero, además de destruir flores, se producen chancros en los brotes a partir de ese punto.

Pseudomonas syringae pv. persicae sobre melocotonero es el causante del «decaimiento bacteriano», enfermedad que provoca la muerte de plantones en un año y de árboles adultos en 2 ó 3.

Tratamiento con kasugamicina al 0,05 %.

13. Podredumbre blanca de las raíces

Son hongos muy polífagos. Puede afectar todos los frutales, cítricos, olivo, vid, algarrobos y también árboles forestales (pinos, chopos, etc.) y ornamentales.

Las raíces se pudren y sobre su corteza se observa un micelio blancuzco que más tarde se vuelve parduzco y casi negro.

Acarrea la muerte del árbol y de todos los que se planten en su lugar.

La identificación es complicada, ya que los síntomas que producen (clorosis general, debilitamiento) se pueden confundir con otros problemas de raíces como vertido de detergentes, combustibles, aceites, productos fitosanitarios, daños por obras, compactación del suelo, sequía, escolítidos, nematodos, etc..

El hongo Armillaria mellea suele atacar a árboles débiles o decrépitos.

Se empieza a marchitar como si faltara agua y finalmente se secan del todo. Raíces y cuello podridos. En los pies muertos, donde la infección es muy antigua (varios años), aparecen durante el otoño setas del hongol.

Control

Cuando se ha comprobado la existencia de la enfermedad conviene arrancar los árboles afectados. Se transmite fácilmente a los contiguos a través de las raíces.

Lo mejor es prevenir:

Mantener los árboles fuertes y bien cuidados.

Favorecer el drenaje que evite los encharcamientos.

Regar poco en suelos arcillosos y compactos (especialmente con Césped, peligro).

Eliminar del suelo tocones, raíces y otros restos de los árboles muertos.

Dejar el suelo varios años sin plantar para que vayan muriendo. El terreno debe dejarse aireado todo lo posible y utilizar un producto desinfectante, aunque esto no es totalmente eficaz, ya que el hongo puede formar esclerocios resistentes varios años. Sacar todas las raíces posibles y no replantar porque morirían a los 2 ó 3 años.

14. Negrilla

Pulgones, Cochinillas y Moscas blancas excretan una sustancia azucarada sobre la que se asienta este hongo llamado comúnmente Negrilla o Mangla.

Se observa como un polvo negro seco en hojas y frutos. Deprecia los frutos y afecta al vigor de la planta.

Por ejemplo, en olivo, va junto a la Cochinilla del olivo (Saissetia oleae).

Normalmente no se trata directamente. Si se eliminan los insectos anteriores y no aparecerá.

Se podrían usar caldos cúpricos y más especifícamente, zineb, pero no se suelen usar.

15. Tumores o Agallas del cuello

El Tumor del cuello es una enfermedad provocada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens.

La Agalla del cuello ataca a todos los frutales, vid, árboles ornamentales y forestales.

Ataca sobre toda a árboles muy jóvenes en vivero o en los primero años de plantación.

El síntomas son unas agallas o bultos en la zona del cuello (la parte que separa el tallo de las raíces) que impide la circulación de savia y por tanto, la planta muere a los 2-3 años.

Precisa una herida para entrar y es, por ejemplo, en vivero, al hacer los injertos donde se producen infecciones.

Control

– Lo único eficaz es prevenir.

– Elegir plantas sanas en vivero.

– Mantener los árboles sanos y fuertes.

– Que no se produzcan heridas por donde puedan entrar las bacterias (poda, rotura de ramas, grietas por el frío, por insectos, etc.).

– Destruir las plantas muy afectadas.

– El tratamiento con productos bactericidas es poco eficaz. Se recurre a él en casos especiales.

– En vivero, para protegerlos, se sumergen los plantones en el K-84, una cepa de Agrobacterium que lo combate (lucha biológica).

16. Virosis de frutales

Todas las plantas ornamentales pueden sufrir infecciones de virus.

Síntomas de virosis

Los síntomas de virosis son muy diversos y difíciles de diagnosticar, ya que se confunden con otras patologías y trastornos como desórdenes nutricionales, daños por insectos, bacterias y hongos. La determinación precisa es de laboratorio.

Control

– Las virosis en vegetales no se pueden curar, por tanto, sólo se puede prevenir.

– Compra plantas libres de virus. Por ejemplo, en cítricos es necesario que lleven una etiqueta identificativa de que es planta producida libre de virus.

– Limpia y desinfecta después de podar las herramientas de corte.

– Controla insectos vectores mediante tratamientos. Pulgones, Mosca blanca y Trips suelen ser los principales transmisores de los virus de una planta a otra.

– No cojas esquejes o injertos de plantas enfermas porque presentarán la enfermedad.

– Elimina las plantas enfermas y sospechosas incinerándolas.

En frutales se han detectado un gran número de virosis y cada día aumentan más.

– Virosis que alteran el desarrollo del árbol: Proliferaciones del manzano, colapso del peral, enanismo del membrillero y del cerezo, enrollado clorótico del melocotonero.

– Virosis con mosaicos en hojas. Acaba en defoliaciones más o menos importantes.

– Virosis que afectan a los frutos: Asperezas epidérmicas y manchas anulares de las manzanas.

17. Virus de la Sarka o de la Sharka

En el Levante español existe este virus en variedades de ciruelo y albaricoquero. No abunda en otras zonas. Requiere diagnóstico de laboratorio.

Los frutos que se mantienen en el árbol, que son los menos, tienen depresiones irregulares.

7.1Plagas

Los árboles frutales de nuestro jardín determinan su belleza. La atmósfera puede llegar a crear sus colores y aromas, y al estar expuestas a las inclemencias del tiempo, plagas, enfermedades, y la contaminación, son más vulnerables a infecciones que las vuelven débiles e incluso provocan su muerte, por tal motivo tenemos que tratar de mantenerlas y conservarlas lo más sanas posibles.

 

Los árboles frutales en especial los cítricos, aunque parezcan más resistentes, también son vulnerables a infecciones que los vuelven débiles. Por eso hay que mantenerlos sanos y cuidarlos conociendo sus problemas más comunes.

 

1.Cochinillas

Hay muchas especies de lo que se conoce comúnmente como Cochinillas. Todas ellas se caracterizan por tener una especie de escudo protector de colores y consistencias variadas.

Se fijan en hojas, ramas y frutos, alimentándose al clavar su pico chupador de savia del vegetal, provocando hojas descoloridas, amarillentas y su posterior caída.

Parte de la savia que toman la excretan como líquido azucarado brillante (melaza) sobre el que se asienta el hongo Negrilla.

2. Pulgones

Los pulgones o Áfidos clavan su pico chupador y absorben savia, deformando hojas y brotes, que se enrollan. Aparece también el hongo Negrilla, de color negro, sobre la melaza que excretan los pulgones, y hormigas que cuidan a éstos.

                3. Mosca blanca

En frutales ataca mucho a cítricos: naranjo, mandario, limonero, pomelo…

Son pequeñas moscas de color blanco que se asientan principalmente en el envés de las hojas. Si se agitan salen volando.

Producen daños al picar las hojas. Éstas se decoloran y adquieren un aspecto amarillento. Si el ataque es intenso se abarquillan y pueden incluso caer de forma prematura. Así mismo, se recubren de melaza excretada por las Moscas blancas y ésta, de Negrilla, igual que sucede con Cochinillas y Pulgones.

4. Trips

Estos pequeños insectos miden unos milímetros.

Pican las hojas, provocando un color plateado o decoloraciones que luego se secan y caen.

No suelen ser importante en árboles, pero a veces es necesario tratar.

5. Araña roja

Son unas arañitas (ácaros) de color rojo que apenas se ven a simple vista. Se asientan sobre todo en el envés; si se mira muy de cerca o con lupa, se ven.

En el envés, finísimas telarañas con pequeños ácaros de color rojo.

Aparecen cuando el ambiente es seco y cálido, por lo que se debe vigilar sobre todo en verano. En ambiente húmedo no se desarrolla, por lo que es muy bueno pulverizar con agua sola.

La Araña roja provoca un aspecto amarillento y puntitos amarillos o pardos; luego se abarquillan, se desecan y caen. A veces se aprecian finas telarañas. Plaga típica de verano por calor y sequedad.

Es el ácaro más polífago (herbáceas, árboles, ornamentales). Ataca a cítricos, frutales y vides.

El daño más corriente son las punteaduras decoloradas y mates (Trips no son mate).

En naranjo y vid da manchas y detrás está la población.

En limonero produce lo que se llama «bigote» en frutos.

6. Nematodos

Los Nematodos son unos gusanitos microscópicos de unos 0,2 milímetros que se introducen en las raíces para alimentarse de ellas. Cuando su número es elevado pueden llegar a matar a la planta.

No es fácil saber si una planta está siendo atacada por Nematodos, porque los síntomas son idénticos al exceso de agua, sequía, falta de nutrientes, etc., es decir, hojas color verde pálido o amarillo, menor crecimiento y marchitamiento.

Cuando se trata del género Meloydogine (el más frecuente), si se extraen las raíces del suelo, se observan unos bultos o nódulos típicos.

La prevención consiste en la desinfección de los suelos y substratos. Si el ataque es en maceta, poco se puede hacer: arrancar las plantas afectadas y quémalo todo, incluido el substrato. Si la infección está en el suelo del jardín, hay nematicidas, pero el control es difícil.

7. Caracoles

También ocasionan daños en árboles frutales, sobre todo en plantaciones de 3 ó 4 años. Hojas, yemas y brotes, pudiendo matar a árboles jóvenes. En árboles adultos, daña los frutos para exportación y daña la vegetación.

Además del tratamiento clásico a base de Metaldehido y Mesurol en gránulos o cebos, se pueden colocar láminas de cobre en los troncos de los árboles para que no suban.

8. Roedores

– Ratones de campo

Salen por la noche a buscar alimento: semillas, hortalizas, bayas, raíces, yemas y ramas tiernas, insectos, … Además roen la corteza de los árboles. Control: cebos, ratoneras.

Los métodos más efectivos son los cebos anticoagulantes y las trampas pegajosas. Menos eficaces son los sistemas de ultrasonido y las trampas clásicas, ya que los ratones suelen adaptarse a los primeros y evadir las segundas.

Los cebos anticoagulantes matan por ingestión, varios días después de su consumo con el fin de que no logren establecer la conexión cebo = muerte. Además, les impide «avisarse» unos a otros del peligro, ya que está comprobado que orinan sobre venenos instantáneos, previniendo a sus compañeros.

– Topillos

Viven bajo tierra, donde excavan galerías. Causan graves daños en plantaciones de patatas y remolachas, y en algunos frutales como los naranjos. Control: ahuyentadores que emiten ondas ultrasónicas o vibraciones.

-Conejos

Mordisquea las partes aereas de muchas especies y los troncos de árboles y arbustos, provocando daños. Rodear las plantaciones con borduras, mallas metálicas, etc.

– Liebres

Se alimentan de líquenes, brezos y corteza de árboles.

– Conejos y liebres roen la corteza de árboles jóvenes y comen plantas en desarrollo bajo. Pueden dañar cereales, leguminosas, vid, etc. Para controlarlos, evita que entren en el jardín colocando mallas de alambre enterrada hasta al menos 30 cm. de profundidad. O coloque un vallado alrededor de plantas individuales. Protector en plantaciones de olivos. Hay collares guardaárboles.

9. Pájaros

Herrerillos y pinzones dañan los brotes de frutos (yemas de flor). Es un daño que puede ser importante.

Estorninos comen frutos y uvas.

Marcas de picoteo en frutos de árbol maduras que se pueden pudrir.

10. Avispas

Con esta denominación se conocen gran número de especies, tanto solitarias como gregarias.

Se alimentan de insectos y arañas, pero en muchos casos llegan a dañar los frutos al ir en busca de sustancias azucaradas, por ejemplo, uvas, peras, ciruelas, manzanas e higos.

Al género Megachile pertenecen unas abejas dañinas a los vegetales, ya que construyen sus nidos con trozos de hojas que cortan, sobre todo de plantas pertenecientes a las familias de las Rosáceas.

Son agresivas para defenderse o para defender al panal.

Si la avispa pica al hombre o a un animal no muere por ello (como la abeja), ya que tiene el estilete liso, por lo que puede picar varias veces seguidas. Su picadura es más dolorosa que la de la abeja y puede llegar a causar la muerte a personas sensibles.

11. Mosca de la fruta o Ceratitis

s una plaga muy extendida en España, sobre todo en la zona sur y regiones mediterráneas. También habita en Canarias.

Ataca a melocotones, albaricoques, peras, manzanas, higos, caquis, ciruelas, naranjas y, a veces, a las uvas. Empieza con las más tempranas y termina con las más tardías del año (naranjas).

La fruta más blanda es la más afectada (melocotón, albaricoque, higo, etc.). En naranja el daño es exterior, de aspecto, pero madura antes.

Mide unos 4-5 milímetros. Es algo más pequeña que una mosca común. De colores vistosos. La larva mide 7-8 milímetros, blanca y sin patas.

Tienen muchas generaciones en el año, normalmente, 6. El número de generaciones al año depende de la climatología de la zona y de la mayor o menor abundancia de huéspedes. El máximo contabilizado ha sido de 7 generaciones anuales.

Invernan en forma de pupa (barrilitos marrones) enterradas en el suelo. Los adultos aparecen al principio de la primavera.

La hembra pica en la fruta y pone 6 ó 7 huevos. Alrededor de esta picada se produce una decoloración. En frutos aparecen manchas amarillas de 3 ó 4 milímetros. Tiende a caerse.

Las larvas se alimentan de la pulpa, originando su descomposición y generalmente la caída del fruto.

Llegados a su máximo desarrollo se dejan caer al suelo, se transforman en pupas, de las que saldrán los adultos.

12. Ácaro rojo de los frutales

Ataca a toda clase de frutales y vid.

Al contrario que el anterior, esta es plaga de verano, puesto que le favorece el calor y la sequedad.

Se localizan en el envés y produce decoloraciones. Además la hoja toma color plomizo. Un ataque muy intenso produce defoliación.

13. Orugas de mariposas en frutales

– Oruga peluda o de zurrón

Es una oruga negruzca con pelos urticantes y que mide hasta 3 centímetros. Pasa el invierno protegida en nidos (zurrones) que forman ellas con hojas secas, unidas y recubiertas con hilos sedosos en manzanos, cerezos y otros frutales.

Cuando llega primavera, salen de sus nidos y devoran yemas, hojas de las que dejan la epidermis y los nervios.

-Oruga de librea

Muy frecuente en almendros, perales, manzanos y otros frutales.

Los adultos son mariposas de 3 ó 4 centímetros con las alas extendidas. Aparecen al principio del verano y sólo vuelan durante las horas crepusculares (por el día están inactivas). Las orugas nacen en primavera, durante el día se refugian en los nidos hechos por la colonia en las hojas y ramitas envueltas por hilos sedosos, saliendo durante la noche para devorar hojas y brotes.

-Lagarta peluda o Lagarta de la encina o Lagarta de los encinares

Orugas de color negro, de cabeza amarilla.

Provoca intensas defoliaciones en Encina, Robles, Pinus radiata, Pseudotsuga.

La lagarta es un insecto propiamente forestal, pero también ataca a los árboles frutales, devorando hojas, excepto las de la higuera.

Las orugas miden de 6 a 7 centímetros, son muy peludas, la cabeza marrón y el cuerpo gris ligeramente violáceo. Aparecen en abril o primeros de mayo y empiezan a roer las hojas, llegando a defoliar el árbol. Crisalidan las orugas en junio por medio de hilos en las rugosidades de la corteza o uniendo hojas. En unos días salen los adultos.

14. Perforadores de troncos y ramas

– Las larvas comen la madera de troncos y ramas. Labran galerías y pueden matar al árbol.

– Suelen atacar a ejemplares débiles, con falta de nutrientes.

– En el exterior de la corteza aparece serrín de las perforaciones y excrementos.

– Se ven ramas secas sin motivo aparente.

– Atacan a muchos árboles: peral, ciruelo, algarrobo, avellano, vid, chopos, olmos, etc..

15. Oruga o Polilla oriental del melocotonero, Gusano del durazno

Cidia y Anarsia son los nombres que se dan a las Polillas del Melocotonero.

Pequeñas mariposas o polillas que causa graves daños en brotaciones y frutos y que, además de la melocotonero, puede atacar al membrillero, almendro e, incluso, al manzano, ciruelo y cerezo.

La Cidia ataca primero a los brotes de las puntas, los más tiernos, que se marchitan. Luego se dirigen hacia los frutos, en los que excava unas largas galerías que provocan el exudado de goma y la caída del fruto.

La Anarsia, en cambio, ataca directamente a los frutos jóvenes, estropeándolos por completo con sus galerías y haciéndolo no apto para el consumo.

La oruga de Anarsia destruye los brotes de melocotonero en crecimiento, por lo que es peligrosa en viveros, plantaciones jóvenes y árboles reinjertados.

16. Gusano cabezudo

Ataca fundamentalmente a frutales de hueso: melocotonero, albaricoquero, ciruelo, cerezo. También a manzano y peral. No se da en olivo ni higueras ni cítricos.

Escarabajo negro de 2,5 centímetros.

La larva mide 5 centímetros y tiene una cabeza muy llamativa.

Las larvas labran galerías debajo de la corteza del cuello de los árboles, cortando los vasos por donde circula la savia. El árbol se va secando por sectores. Cuando termina de darle la vuelta al cuello, seca totalmente al árbol.

Los adultos aparecen en el mes de mayo, hasta junio y julio (Hemisferio Norte); hacen la puesta durante el verano, en la base del tronco y en el cuello o en la tierra de alrededor. Las larvas excavan galerías. El insecto permanece en estado de larva durante 2 años.

Los años que llueve mucho limita a esta plaga, ya que se ahogan bastantes larvas.

Parece cebarse prioritariamente en árboles que no se riegan sistemáticamente.

17. Mosca de las cerezas

Es un díptero que pone el huevo en la cereza y allí vive la larva.

En plantas aisladas los daños no suelen ser graves, pero en plantaciones hay que estar atentos para prevenir su ataque que puede ser devastador.

La lucha es igual que la Mosca de la fruta (Ceratitis capitata).

18. Carpocapsa

Nombres comunes: Polilla de las manzanas, Gusano del manzano, Gusano de peras y manzanas.

Ataca a muchos frutales (membrilleros, melocotoneros, ciruelo y albaricoqueros). Pero los daños más graves se dan en manzanos y perales, en donde es la plaga más grave que padecen los frutales de pepita en España.

Oruguitas de 1,5 a 2 cm de color rosa carnoso con la cabeza pardo oscura que se desarrollan en el interior del fruto en el que excavan una galería desde la superficie hacia el centro. En la piel, orificios rodeados de manchas circulares.

El adulto vuela de noche y es muy conocido por el agricultor.

Es cuando decimos que esta manzana tiene gusano.

19. Falsos gusanos de las ciruelas y las peras

Son 2 especies de himenópteros cuyas larvas, de pequeño tamaño, atacan a ciruelas y peras todavía pequeñas.

Ponen huevos en el cáliz de las flores y las larvas penetran en el frutito recién cuajado, originando la caída de las ciruelitas o peritas.

Se puede combatir con Fention, Fosalone, Formotion o Metidation.

20. Gorgojo del manzano

Larvas de coleóptero curculiónido que ataca a flores del manzano. Las larvas roen las flores, quedando secos los capullos.

Los adultos salen en primavera y se pueden tratar éstos con Malation, etc., antes de la puesta.

21. Arañuelo del manzano

Pequeñas orugas de mariposa que ataca a manzanos y ciruelos. Son amarillentas con 2 líneas de puntos negros. Devoran hojas.

Lucha: Aceite amarillo y, cuando no sea posible, realizar un tratamiento después de la flor a base de Bacillus thuringiensis o Malation, Triclorfon, Carbaril, Diazinon, Fenitrotion, Fention y todos los citados para orugas defoliadoras.

22. Sila o Mieleta del peral

La Psila del peral es un pequeño insecto homóptero de 3 milímetros, de color oscuro. Las larvas son aplanadas, de color amarillo, con manchas oscuras.

Son pequeños insectos tipo pulgón de 2-3 milímetros que con sus picaduras producen caídas de hojitas, flores y frutitos. Están sobre todo en los brotes.

Ocasionan 2 tipos de daños:

Directos: las picaduras de este insecto, especialmente las larvas, debilitan al árbol. Tallos y hojas.

Indirectos: las larvas segregan un líquido azucarado (melaza) sobre el que se instalan hongos (negrilla o fumagina) que bloquean la función clorofílica, ennegrecimiendo los órganos del árbol. La melaza también puede producir quemaduras en hojas en tiempo seco y caluroso y afectar a los frutos en caso de ataques intensos, lo que dificulta su recolección y repercute en la calidad de la cosecha.

Cuando el ataque es intenso ocasiona la caída de las hojas en verano.


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